Siento que he vivido

Desde mi ventana

Fue también cierto que no todo salió como yo lo hubiera deseado, pero sé que me atreví. Y la enseñanza se tornó en medio de la valentía y del respeto por mis decisiones. Y parecieran errores pero fueron aciertos porque las definió el amor en mi.

Aprendí que mi voz no se vende, ni se compromete por nadie. Que la satisfacción y la tranquilidad que te da el ser leal a tu alma, a tus ideales y a tus sueños, no tiene precio. Y que al final de cuentas es lo mismo que serle leal a Dios.

Que atrás de lo desconocido siempre hay bondad y que está nace de uno mismo. Que la paz se dibuja en casa y el amor se cultiva dentro de uno mismo.

Hoy me siento privilegiado porque me atreví a vivir y a solo dejarme llevar. Abrace con el alma y deje cantar mi esencia. Baile para mi mismo y escribí versos desnudos, con el corazón en carne viva.

Hoy no finaliza un año, solo continúa un siguiente nivel. Hoy no celebro un inicio, sino celebro la vida.

Y con la tranquilidad cobijada entre mis sábanas y con el sol y la esperanza brillando fuerte desde mi ventana, hoy me siento más liviano.

Y con la fuerza de una conciencia en paz, salgo de nuevo a recorrer el mundo. Pero esta vez es diferente porque siento que ya viví. Y lo que hoy será, será definitivamente en mi.

Rudyard Kipling – “Yo elegí vivir”

Rudyard Kipling

Quisiera iniciar este blog citando a un pensador de finales del siglo XIX: Rudyard Kipling (1864 – 1936). Escritor y poeta inglés que rechazara el premio nacional de poesía “Poet Laureten” en 1895, la orden de mérito del Reino Unido y el título de caballero de la orden del imperio británico en 3 ocasiones. Para finalmente aceptar el nobel de literatura en 1907.

Su mensaje no podia ser mas actual. Y es que nuestra naturaleza humana siempre ha sido la misma, solo han cambiado las circunstancias. Su descripción de lo que es vivir con sueños, con fracasos, con ilusiones, con amor y con valentía no podría ser mejor.

“No quise dormir sin sueños:
y elegí la ilusión que me despierta,
el horizonte que me espera,
el proyecto que me llena…

No quise vivir en la angustia:
y elegí la paz y la esperanza,
la luz, el llanto que desahoga y que libera…

No quise vivir cansado:
Y elegí el descanso del amigo y del abrazo,
el camino sin prosas, compartido…

Elegí avanzar despacio, durante más tiempo,
y llegar más lejos, habiendo disfrutado del paisaje…
Quise huir: y elegí mirar de frente
levantar la cabeza, y enfrentarme a los miedos y fantasmas
porque no por darme la vuelta volarían.

No pude olvidar mis fallos:
pero elegí perdonarme, quererme,
llevar con dignidad mis miserias
y descubrir mis dones…

No quise vivir solo:
y elegí la alegría de descubrir a otro,
de dar, de compartir,
elegí el amor.

Hubo mil cosas que no elegí,
que me llegaron de pronto
y me transformaron la vida.
Cosas buenas y cosas malas que no buscaba,
caminos por los que me perdí,
personas que vinieron y se fueron,
una vida que no esperaba.

Y elegí, al menos, cómo vivirla.
Elegí los sueños para decorarla,
la esperanza para sostenerla,
la valentía para afrontarla.
No quise vivir muriendo:
y elegí la vida.

Así podré sonreír cuando llegue la muerte,
aunque no la elija… porque moriré viviendo”.